Cementerio dos Eidos, la villa de los muertos

A finales del siglo XIII médicos y sanitarios de diversos países de Europa exigían que se acabara con los enterramientos dentro de las iglesias pues, en ocasiones, se convertían en aliados naturales de pestes y epidemias que diezmaban a las poblaciones. Todos los informes coinciden en afirmar que el aire de las iglesias, especialmente en el verano, se volvía irrespirable por las emanaciones de las sepulturas.

Con la promulgación de las Reales Cédulas de Carlos III ( 3-8 de abril de 1787), se establece el uso de cementerios ventilados fuera de las poblaciones. No todas las poblaciones acataron este decreto que se fue imponiendo de manera lenta y gradual en ciudades, villas y aldeas, muchas veces determinada por las dificultades económicas de los ayuntamientos.

El proyecto más antiguo de un cementerio data de mayo de 1787. La mayoría de los nuevos cementerios comparten unas mismas características y el mismo estilo, neoclásico. Planta rectangular o cuadrada, delimitada por un muro y puerta de acceso de carácter monumental; en el interior, galerías porticadas con columnas o pilares albergando los nichos. El terreno central, donde iban a parar los que no podían costearse un nicho, se dividía mediante paseos o avenidas, flanqueados por cipreses.

En el siglo XIX los cementerios se convierten en una especie de parque-jardín, una ciudad de los muertos que es una prolongación de la de los vivos. Aparecen representadas las familias que fueron importantes para la historia de la ciudad. Los cementerios son una suerte de catálogo de arquitectura donde se muestran a pequeña escala los estilos arquitectónicos que se producen en la ciudad de los vivos.

El rey Fernando VII, a través de su Consejo Real, insta a que se inspeccione el incumplimiento de las Reales Órdenes sobre la construcción de cementerios (abril de 1833) y se elaboren disposiciones que faciliten dichas construcciones, venciendo las dificultades para el cumplimiento de las leyes por parte de algunas villas y aldeas.

Redondela no fue una excepción, el emplazamiento del nuevo cementerio se toma en serio en los años 20 del siglo XIX. El lugar elegido fue un enclave situado en el Campo das Redes, al Nordeste de la iglesia parroquial de Santiago Apóstolo, en los extramuros de la villa, en los terrenos anexos al hospital de pobres y peregrinos.
No se conserva planimetría, proyecto ni documentación que aluda al inicio de la construcción de dicho cementerio. En el año 1833, un cruce de «oficios» entre el concello de Redondela y la «Subdelegación de Propios y Arbitrios de la Provincia de Galicia» y la «Contaduría General de Madrid» habla de la financiación de su construcción:
«El coste del Cementerio que acaba de construirse no puede pagarse de un fondo que no existe, ni se le conoce a la iglesia parroquial…», 11 de julio de 1833.
El Estado consideraba que el nuevo cementerio debería de ser financiado por la iglesia, pero justificando dificultades económicas no se hará cargo del coste que ascendía a 680 reales, siendo el concello de Redondela quien soporte la financiación y pasa a ser de titularidad municipal, independiente de las parroquias, y que va a ser conocido popularmente como «Cementerio de Os Eidos».
Aunque no se encontró la planimetría en los archivos municipales, se sabe que existió bajo el título «Plano Parcelario del Cementerio de Redondela», y que fue proyectado por Antonio Arines. En el inventario municipal figura con una superficie de 1733′ 75 metros cuadrados (año 1923), aunque su extensión real es de 1862’60 metros cuadrados.
Su perímetro es rectangular, circundado por amplios muros de cantería de perpiaño, con una altura media de 2’40 metros, y una única entrada con marcos de cantería y portalón de rejas.

Frente a la entrada discurre una calleprincipal, atravesada en perpendicular por otra, de manera que describe cuatro zonas, circundadas por una vía perimetral a lo largo de todo el cementerio delimitada por sebes de boj.

Desde su construcción ( aprox. año 1830) dotado de una capilla, va tomando gradualmente su forma actual con la instalación de panteones y sepulturas por todo el perímetro, adosados al muro de cierre, a excepción de algún mausoleo, como el dedicado al alcalde de Redondela, Ramón Pardo Ferro, situado en el centro de una de las cuatro zonas internas. La capilla con un sencillo campanario, está situada en el lateral, contiguo a la Rúa Os Eidos.

Al aumentar el tamaño de las villas y ciudades los cementerios fueron quedando englobados dentro de ellas, Redondela, Vigo, Pontevedra… son un ejemplo.
Casi 100 años después de la construcción del Cementerio dos Eidos (Cemiterio dos Eidos), el 14 de mayo de 1927, en una sesión de la junta municipal de sanidad, se propone la construcción de un nuevo cementerio alejado de la villa. Pero este proyecto no se llega a consolidar, a raíz de ello el concelloautoriza la construcción de nuevos panteones y mausoleos en el Cementerio dos Eidos, originando el corredor principal en el centro de la estancia, tal y como se observa hoy. Se completaría el conjunto de una manera gradual con otras piezas funerarias que darían origen a la vía transversal, generando las 4 zonas que hoy se aprecian.
Finalmente, el Cementerio dos Eidos fue clausurado el 25 de noviembre de 1988. El 8 de mayo de 2000 se publica un Edicto para la tramitación del expediente de declaración del estado de ruina de las sepulturas.
En estos últimos años se produjeron avances en la concienciación social de la importancia de nuestro patrimonio arquitectónico, pero ese movimiento apenas se reflejó en los cementerios. Nos olvidamos de que un cementerio guarda la memoria colectiva de una villa o ciudad.
La suntuosidad de la arquitectura de algunos panteones habla de la importancia que la burguesía en esa sociedad le dieron a la ostentación del poder o el estatus social alcanzado. En el camposanto el poder burgués se expresó en vistosos panteones y mausoleos que competían en monumentalidad. El cementerio también refleja la importancia que alcanzó en Galicia la emigración, destacados indianos que regresan enriquecidos construyen suntuosas residencias, y en el cementerio levantan panteones o mausoleos.

El cementerio se muestra como una villa de los muertos, continuidad de la villa de los vivos. El viejo cementerio de Redondela es un buen ejemplo. Los panteones más destacados pertenecen a familias de mejor posición económica y social, y los enterramientos en nichos o en tierra pertenecen a las clases medias o más modestas.

Al lado de panteones con tendencia a la monumentalidad aún se conservan pequeñas tumbas de tierra que marcan su presencia en el camposanto simplemente con una sencilla cruz, o una lápida rematada por una cruz.

En el Cementerio dos Eidos de Redondela, como es tradición en Galicia, predomina el empleo de granito, destacando en algunos panteones la pericia y virtuosismo de los canteros en la elaboración de los detalles ornamentales. La escultura está presente en menor medida.

El abandono y la poca consideración que entre nosotros tuvo hasta el momento la arquitectura funeraria provocó que este cementerio de Redondela sea un gran desconocido. Acercarnos a esta necrópolis significa comprender la historia de Redondela.Mención especial merece la tumba de la familia O’Dogherty. El alférez de navío Juan O’Dogherty Browne estaba inicialmente enterrado en el exterior de la iglesia parroquial de Santiago Apóstolo desde donde fue trasladado en el año 1944 al Cementerio dos Eidos. Juan O’Dogherty es uno de los héroes de la batalla de Ponte Sampaio en el enfrentamiento contra las tropas de Napoleón, que trataban de recuperar Vigo y Pontevedra.

Un recuerdo memorable se guarda en Redondela de los 42 represaliados de la guerra civil en el año 1936 que fueron enterrados en el Cementerio dos Eidos, y se conmemora su entrega en defensa de la República en un monumento situado en uno de los espacios interiores del cementerio, fechado el 14 de abril de 2001.

Fuente información: «Os Eidos: a vila dos mortos» (autor: José-Antonio Orge Quinteiro) /Seminario de Estudios Redondeláns/SEREN/2006/Boletín nº 3

Ver más imágenes: Cementerio dos Eidos / Cemiterio dos Eidos (Redondela)
Ubicación/Google Maps/Cementerio dos Eidos/Redondela
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Crónicas de 2000 años de Historia

En el año 1999 el periódico La Voz de Galicia editó un interesante trabajo histórico en formato periodístico. Las crónicas abarcan desde el año 0 al año 1999.

Para leer los periódicos de cada época haz click sobre los enlaces:

Nº 1 Crónicas Años 0 -180

Nº 2 Crónicas Años 180 – 337

Nº 3 Crónicas Años 337 – 476

Nº 4 Crónicas Años 476 – 630

Nº 5 Crónicas Años 630 – 756

Nº 6 Crónicas Años 756 – 929

Nº 7 Crónicas Años 929 – 1066

Nº 8 Crónicas Años 1066 – 1137

Nº 9 Crónicas Años 1137 – 1204

Nº 10 Crónicas Años 1204 – 1268

Nº 11 Crónicas Años 1268 – 1340

Nº 12 Crónicas Años 1340 – 1400

Nº 13 Crónicas Años 1400 – 1431

Nº 14 Crónicas Años 1431 – 1460

Nº 15 Crónicas Años 1460 – 1492

Nº 16 Crónicas Años 1492 – 1519

Nº 17 Crónicas Años 1519 – 1541

Nº 18 Crónicas Años 1541 – 1565

Nº 19 Crónicas Años 1565 – 1595

Nº 20 Crónicas Años 1595 – 1630

Nº 21 Crónicas Años 1630 – 1665

Nº 22 Crónicas Años 1665 – 1700

Nº 23 Crónicas Años 1700 – 1720

Nº 24 Crónicas Años 1720 – 1740

Nº 25 Crónicas Años 1740 – 1763

Nº 26 Crónicas Años 1763 – 1781

Nº 27 Crónicas Años 1781 – 1799

Nº 28 Crónicas Años 1799 – 1810

Nº 29 Crónicas Años 1810 – 1824

Nº 30 Crónicas Años 1824 – 1835

Nº 31 Crónicas Años 1835 – 1848

Nº 32 Crónicas Años 1848 – 1859

Nº 33 Crónicas Años 1859 – 1871

Nº 34 Crónicas Años 1871 – 1881

Nº 35 Crónicas Años 1881 – 1892

Nº 36 Crónicas Años 1892 – 1905

Nº 37 Crónicas Años 1905 – 1917

Nº 38 Crónicas Años 1917 – 1929

Nº 39 Crónicas Años 1929 – 1939

Nº 40 Crónicas Años 1939 – 1947

Nº 41  Crónicas Años 1947- 1959

Nº 42  Crónicas Años 1959 – 1973

Nº 43 Crónicas Años 1973 – 1989

Nº 44  Crónicas Años 1989 -1999

 

Crónicas de 2000 años (e-book, formato pdf)

 

Esta obra fue posible gracias a:

Dirección del proyecto- Mercé Seix

Equipo de redacción- Álvaro García Polín, José Enrique Martínez Lapuente, Lola Moneva, Marta Nieto, Ramón Nieto, Ana Nuño, Parvus (crucigramas), Carlos Sampayo, Antonio Tello

Producción e ilustración- Susana Silva

Maquetación- Carles Gener

Coordenación redacción- Isabel Galera

Redacción en galicia- Marcos Valcárcel, Alfonso Monxardín

Edición- Mª Ángeles Ibáñez, María Unceta

Archivo fotográfico-Isabel Cucurella

Producción editorial- Mª Carme Rius

Coordinación editorial- Sonia García

Responsable cierre- Paco Sánchez Pina

Dirección editorial- Francesc Navarro, Ángela Cortázar

Realización- TEC.AM, SL

Fotomecánica- Masoliver

Salvat editores, S.A., 1999

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Acueducto de los Pilares [siglo XVI, Oviedo]

Adolfo Fernández Casanova [Madrid, 12 de marzo de 1915]

El Académico que suscribe, en cumplimiento del acuerdo del señor Director, tiene el honor de someter al juicio de la Academia la siguiente ponencia:

Al Ilmo. Sr. Subsecretario del Ministerio de Instrucción Pública y Bellas Artes.
Con fecha 23 de enero último, el señor Vicepresidente de la Comisión provincial de Monumentos de Oviedo envía a esta Academia una comunicación manifestando que en el año de 1905, y después, en el de 1910, logró dicha Comisión provincial que el Ayuntamiento de Oviedo suspendiera la ejecución del acuerdo municipal de derribar los Arcos de los Pilares, y pasado otro lustro persiste por tercera vez la Corporación municipal en el derribo, y para evitarlo, la Comisión ofició a los señores Alcalde y Gobernador civil pidiéndoles que se suspenda la destrucción mientras no se cumplan los trámites del caso e informe esta Academia y la de San Fernando.

Aplaude esta Corporación el celo de la repetida Comisión por la conservación de un monumento que con sobrada razón considera de inestimable valor histórico, pues simboliza los cuantiosos caudales empleados por la Justicia y Regimiento ovetense, desde el primer tercio del siglo XVI, para aumentar el escasísimo caudal de aguas con que contaba la población, acordando tomar al efecto las de Ules, Boo y Naranco, emprendiendo en 1574 como elemento primordial de la construcción, el Acueducto de los Pilares, bajo la dirección del maestro Juan de Cereceda. En 1568 se acordó tomar también las (aguas) de la fuente de la Fitoria.

Mas no habiendo coronado el apetecido éxito las obras dirigidas por Cereceda, se encomendó la dirección de las mismas a Gonzalo de Bárcena, oriundo de Güenes, en la montaña de Santander, y que era a la sazón fontanero mayor de Valladolid. La obra del primitivo acueducto del maestro Cereceda se declaró inútil en 1582 y 1583 por su falta de elevación y de solidez, y se emprendió su reconstrucción por el citado Bárcena.
En las postrimerías de la centuria XVI todavía estaba la obra incompleta, y se acordó reparar y encañar el alto de los Arcos de Lavapiés, por donde pasaba el agua de Fitoria, empleando para su conducción 800 arcaduces.
De 1864 a 1865 se llevó a efecto por la Corporación municipal una nueva traída de aguas de los mismos manantiales de Boo, Lillo y Ules, prescindiendo del uso del puente-acueducto de los Pilares, por lo cual se pretende derribar. Pero si este monumento no desempeña ya la función que motivó su creación, constituye siempre un monumento histórico que representa una interesante página de piedra de la larga serie de sacrificios llevada a cabo por la histórica ciudad ovetense durante toda una centuria y que ahora, con tan mal acuerdo, se pretende hacerle desaparecer.

El acueducto tiene 400 metros de longitud por dos de latitud. Consta de dos órdenes de arcadas de medio punto de tres metros cuarenta centímetros de radio; en el primero, los muy altos pilares son prismáticos-rectangulares, tienen su paramento resaltado y ofrecen mayor salida por sus frentes que las cabezas de las arcadas que sobre ellos descansan por el intermedio de una imposta. Corona estas arcadas un sobrelecho general que recibe los pilares más remetidos del orden segundo, coronados de imposta, sobre los que insisten las arcadas superiores más remetidas a su vez que los pilares últimos. La altura máxima de la obra es de trece metros cuarenta centímetros. Dichos arcos tienen unos pequeños registros a los extremos.
El sistema de ejecución es semejante a los de la época romana, por lo que dijo el gran Jovellanos: «Los Pilares, bellísima obra de 1570, de arquitectura montañesa, pero digna de los Romanos

Debe también este Cuerpo literario examinar en el concepto arqueológico el sistema romano de conducción de aguas, comparándolo con el adoptado en las épocas posteriores, de lo que nada se dice en la razonada exposición de la Comisión provincial de Monumentos ovetense. Tomaba generalmente las aguas de un manantial y las llevaba en un conducto de fábrica que las preservaba de los cambios atmosféricos y de las impurezas del terreno que atravesaba, y por cuyo fondo corría el cristalino líquido en virtud del permanente declive de la conducción hacia la urbe que había de abastecer, y para salvar los valles empleaba el puente-acueducto llamado de Agua rodada.

Esta sencilla solución dada por los Romanos al problema de conducción de aguas, perduró en su esencia durante los siglos siguientes, y la única diferencia esencial que se encuentra entre el trazado de los antiguos y los modernos, proviene de la frecuente aplicación que desde el pasado siglo se hace de los sifones de hierro para evitar la aplicación de los grandes puentes-acueductos, que son siempre de más lenta y costosa ejecución.

Los Romanos emplearon también en muy contados casos los sifones, lo cual prueba que conocían el principio físico de equilibrio de los líquidos en los vasos comunicantes en que se fundan, y si no los adoptaron con más frecuencia era porque las ventajas que entonces ofrecían sobre el puente-acueducto estaban muy lejos de ser comparables a las que los inmensos adelantos de la fabricación del hierro proporcionan en la actualidad, y a pesar de ello pueden citarse notables ejemplos que manifiestan que en esta cuestión hemos imitado a los antiguos.

Constituyen, pues, los viajes de aguas romanos que se conservan en nuestra patria el más elocuente testimonio de la perfección relativa que en la época de los Césares alcanzó este género de obras de tan primordial necesidad para la vida de los pueblos, cuyas suntuosas fábricas ofrecen una inquebrantable solidez que desafía la acción de los tiempos, y sus robustas proporciones y grandes dimensiones reales, les imprimen un sello de grandiosidad que revelan los potentes esfuerzos de las generaciones que los han erigido.

No deben, pues, no, las Corporaciones populares recurrir a la piqueta demoledora para destruir los venerandos monumentos que nos legaron nuestros antepasados y que simbolizan su interesante historia.

Más grata y noble misión está encomendada a los Municipios, cual es la de edificar erigiendo los edificios y mejorando los servicios de policía urbana que les están encomendados.

La Academia, en vista de estas consideraciones, tiene el honor de proponer a V. I. que se ordene al Ayuntamiento ovetense la conservación de dicho monumento.

Madrid, 12 de marzo de 1915
El ponente, Adolfo Férnández Casanova

Fuente Biblioteca Cervantes virtual

Finalmente, los arcos de los Pilares fueron derribados, quedan como testigos mudos de la historia cinco arcos, que sobrevivieron, incluso, a posteriores planes de urbanismo.

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Fermín Canella y Secades fue un defensor a ultranza de los arcos de los Pilares, como muestra en un artículo publicado en El Correo de Asturias(2 de diciembre de 1905):

– Señor Alcalde del Excmo. del Ayuntamiento de Oviedo. (…) Dicho sea con el mayor respeto. V.E. no ha considerado bien la trascendencia del acto por el que se aprobó en principio la demolición de aquel estimable monumento a cambio de exiguas ventajas y de pequeña obligación por la Compañía de los Caminos de Hierro del Norte. Fuente www.cervantesvirtual.com/servlet/SirveObras/rahis.htm
Expediente sobre el acueducto de Los Pilares (extensa documentación en Biblioteca Cervantes virtual)

Ubicación arcos de los Pilares (Barrio de San Pedro de los Arcos, Oviedo) / Street View

Fuente foto antigua derribo de los arcos de los Pilares

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Descolonización del Sahara [Antonio Carro Martínez]

Descolonización del Sahara, según Antonio Carro Martínez

Textos extraídos del documento:

Para España el proceso descolonizador del Sahara ha terminado prácticamente con la salida del Gobernador español del territorio el 29 de febrero de 1976. Es verdaderamente lamentable que no se pueda afirmar lo mismo a nivel internacional, porque es previsible que, desgraciadamente, el Sahara siga siendo tema polémico y zona de enfrentamientos. Y espero que el Sahara no pase a ser en el futuro un nuevo Vietnam, como al parecer pretenden algunas partes interesadas.

El 11 de mayo de 1967 se crea la Yemaá, una especie de Parlamento o Asamblea General, integrada por un centenar de chiujs y notables del Sahara.


Documento aprobado por unanimidad en sesión de la Yemaá, de 13 de noviembre de 1973:

«A LA ASAMBLEA GENERAL DEL SAHARA:
El 6 de marzo del año en curso (1973) me dirigí a la anterior legislatura de esa Asamblea General respondiendo al escrito que la misma me elevó el 20 de febrero, escrito ratificado por la actual legislatura en su sesión constitutiva del 28 de julio último, comunicándole que había encargado a mi Gobierno el estudio de las peticiones contenidas en dicho mensaje.
El Gobierno, siguiendo mis instrucciones, ha estudiado las aspiraciones del pueblo saharaui, cuya representación legítima corresponde a esa Asamblea General y, en atención a las mismas y en cumplimiento de la misión de España de promoción del pueblo saharaui, ha elaborado la siguiente contestación, aprobada en Consejo de Ministros y que ha merecido mi sanción:

1. El Estado español reitera que el pueblo saharaui, cuya convivencia secular con el pueblo español es, desde sus inicios, absolutamente voluntaria, es el único dueño de su destino y nadie tiene derecho a violentar su voluntad. El Estado español defenderá la libertad y la voluntad de libre decisión del pueblo saharaui.

2. El Estado español garantiza la integridad territorial del Sahara.

3. El Estado español confirma su compromiso histórico de proseguir con el mayor impulso posible el desarrollo económico y social del territorio reconociendo al pueblo saharaui la propiedad de sus recursos naturales y los beneficios de su explotación, así como su voluntad de promover la cultura, las formas de vida de la personalidad saharaui y el florecimiento de su religión.

4. El Estado español reitera y garantiza solemnemente que la población del Sahara determinará libremente su futuro. Esta autodeterminación tendrá lugar cuando lo solicite libremente la población, de conformidad con lo expuesto por la Asamblea General en su escrito, ya citado, del 20 de febrero del corriente año.

5. Continuando el proceso de perfeccionamiento político del pueblo saharaui y como preparación de su futuro, se establecerá un régimen de progresiva participación del mismo en la gestión de sus propios asuntos. Dicho régimen entrará en vigor cuando se complete el proceso legislativo que se consigna a continuación.

6. El Estado español presenta a la Asamblea General las Bases siguientes como principios en que ha de inspirarse la Organización político-administrativa del Sahara:

a) El pueblo saharaui es propietario de sus riquezas y recursos naturales.

b) Durante el período de vigencia de este Estatuto, los saharauis gozarán de todos los derechos inherentes a la nacionalidad española.

c) El Jefe del Estado español encarna la comunidad existente entre España y el Sahara. Será representado en el Territorio por un Gobernador General.

d) El Estado español garantizará la integridad territorial del Sahara, lo representará en el ámbito internacional y asegurará su defensa. Los asuntos internos serán de competencia de los órganos propios del Territorio.

e) A la Asamblea General del Sahara, como supremo Órgano representativo del pueblo saharaui, le corresponderá elaborar las disposiciones de carácter general relativas a los asuntos internos del Territorio, sin perjuicio de la sanción que corresponderá al Gobernador General. Podrá igualmente proponer las iniciativas y medidas que estime convenientes sobre dichos asuntos.

f) Se confirmará e intensificará la promoción de los usos y costumbres tradicionales, así como de la justicia cheránica.

7. Si la Asamblea General se manifiesta de acuerdo con estas bases, las mismas serán desarrolladas en forma articulada en el correspondiente Estatuto, que será aprobado por Ley.

8. La aceptación por la Asamblea General del Sahara de estas Bases no sustituye ni menoscaba el derecho de la población saharaui a la autodeterminación sobre su futuro, del que esta nueva etapa es preparación necesaria.

Puesta la confianza en Dios, el pueblo saharaui y la nación española se encaminan hacia un futuro de alianza fraternal de paz y prosperidad.

Firmado: Francisco Franco Bahamonde
En El Pardo, a 21 de septiembre de 1973.»

Comunicación del Gobierno español a la ONU:
«Señor Secretario General,

De acuerdo con las instrucciones recibidas tengo a bien poner en su conocimiento lo siguiente:

El Gobierno español comunica a V. E. que la presencia de la Misión Visitadora de esa Organización en el Sahara Occidental del 12 al 20 de mayo de 1975 ha dado ocasión a que la población saharaui haya exteriorizado en las diversas manifestaciones que han tenido lugar en las localidades visitadas su inequívoca voluntad de independencia, de lo cual —y sin prejuzgar el informe de esa Misión— la Potencia Administradora ha de deducir las pertinentes consecuencias.
Esto se impone con tanta más urgencia cuanto que se han registrado últimamente varios incidentes entra los que descuellan la captura de dos patrullas de tropas nómadas, que se encuentran actualmente en uno de los países limítrofes, la entrada en el territorio de comandos —diez de los cuales han sido aprehendidos y la realización de diversos actos de violencia que vienen perturbando el proceso descolonizador.

En estas circunstancias el Gobierno español ha de llamar la atención de V. E. sobre el hecho de que el aplazamiento de la celebración del referéndum hasta después de que el Tribunal Internacional de Justicia evacue su dictamen, aplazamiento que fue recomendado por la Asamblea General en su Resolución número 3.292 (XXIX), viene a añadir unas responsabilidades suplementarias a la Potencia Administradora debido a que esta dilación crea una incertidumbre sobre la efectividad de la descolonización. Ello constituye el motivo determinante de que los factores políticos que convergen en el Sahara Occidental, internos unos y externos otros, traten de hacerse presentes apremiantemente con serio riesgo de que degeneren en una situación violenta que parece anunciar la sucesión progresiva de las actividades señaladas, entre otras.

Ante esta realidad el Gobierno español se ve en la necesidad de llamar la atención de V. E. sobre la circunstancia de que el proceso de descolonización, que debería ser pacífico, si fuese respetado por todos el procedimiento acordado por esa Organización en las Resoluciones que ha tomado sobre el Sahara Occidental, se está transformando en una operación que por la actuación abierta o disimulada de los factores aludidos toma derivaciones inquietantes respecto a las que no pueden permanecer indiferentes las Naciones Unidas en el cumplimiento de su deber de mantener la paz internacional.

En consecuencia, el Gobierno español comunica a V. E. lo siguiente:

1) Consecuente con las aplicaciones de las Resoluciones de las Naciones Unidas sobre la descolonización del Sahara Occidental, el Gobierno español ha hecho la declaración pública de su decisión de poner término a su presencia en el territorio por entender que ha cumplido la misión que se había impuesto al establecerse en el mismo.

2) El Gobierno español desea que la terminación de su actuación pueda llevarse a efecto sin que se produzca un vacío de poder, transfiriéndolo a quienes hayan de asumir la responsabilidad de la administración del territorio como resultado de la descolonización.

3) A este efecto, con objeto de que no se agraven injustificadamente las responsabilidades de la Potencia Administradora, el Gobierno español estima que es urgente responsabilizar a las partes interesadas en el proceso de descolonización, a cuyo fin se propone invitarlas a armonizar sus respectivas aspiraciones o, en su defecto de este intento directo, convocarles con igual propósito a una Conferencia bajo los auspicios de las Naciones Unidas para hacer posible el desenvolvimiento pacífico de ese proceso.

4) En el supuesto de que no sea posible llevar a cabo uno u otro intento por no avenirse a ello las partes interesadas o conseguir una solución equivalente que persiga parecidos fines, el Gobierno español se vería en la necesidad de poner término a su presencia y acción administradora, fijando la fecha en que las Autoridades españolas habrán de transferir sus poderes, sin que por ello deje de coadyuvar con las Naciones Unidas para arbitrar los medios apropiados que permitan llevar a buen fin, en los mejores términos, su propósito descolonizador.

5) El Gobierno español estima que es urgente el envío al Sahara Occidental de observadores de esa Secretaría General para que puedan comprobar sobre el terreno la evolución de la situación y estar en condiciones de informar oportunamente a V. E. de cuantos acontecimientos aconsejen la adopción de urgentes medidas para mantener la paz.

6) En todo caso, el Gobierno español, en cumplimiento de sus responsabilidades como Potencia Administradora, se reserva el derecho de informar al Consejo de Seguridad si estima —a la vista de la evolución de la situación— que el mantenimiento de la paz en el territorio exige la convocatoria urgente del mismo a fin de que adopte, a tal efecto, las medidas pertinentes.

Madrid, 23 de mayo de 1975.»

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de Asuntos Jurídicos (Hans Corell), 29 de enero de 2002. Asunto:
– La condición jurídica del Sáhara Occidental bajo la
administración de Marruecos

– El derecho aplicable a las actividades relativas a recursos
minerales en los Territorios no autónomos

– La jurisprudencia de la Corte Internacional de Justicia
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Fuente información:

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Good Bye Lenine: lugares abandonados de Europa del Este

01 Leipzig

02 Daugavpils

03 Sillamae

04 Visaginas

05 Wlodawa

06 Ostrava

07 Kosice

08 Miskolc

09 Câmpulung

10 Pernik

Autores:
Emmanuel Leclere
Jean-François Fernandez
música:
Sankt Otten

Fuente vídeos http://www.good-bye-lenine-la-rouille-en-plus.eu/

Más información:
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